Idas y venidas

11 12 2008

Hace pocos días falleció T, la abuela de mi primer enamorado M, y tuve que ir al velorio a acompañar a R, mi mejor amigo y hermano de mi ex. Los días de juerga se paralizaron cuando mi hermana me dijo: ¿Sabes que falleció la abuela de R?

La miré y corrí hacia el teléfono y marqué. Esperaba que no fuera cierto, su abuela vivía con él y cada vez que lo visitaba conversábamos sobre su vida. Era una niña pequeña disfrazada de anciana con una sonrisa permanente en el rostro y una mirada muy dulce.  Al escuchar su voz en el auricular supe que mis esperanzas se habían ido al tacho.

El día del velorio me aparecí como un fantasma y sentí ciertos ojos en la nuca. Los primos de mi ex tenían su mirada clavada en mi. Entonces mis defectos empezaron a aparecer, estaba gorda, sin el brillo de mis 16 años y vestida totalmente de negro parecía un globo fúnebre.

Le toqué el hombro a R esperando que me dijera que abandonáramos la sala. Algunos rostros conocidos me miraban y las imágenes de mi pasado de novia modelo del hijo primogénito de una familia empezaron a aparecer como globos de agua.

La primera vez que conocí a esta familia, tenía 16 años, diez kilos menos y más pecas. Tímida y con una sonrisa que me aseguraba la mayoría del tiempo salirme con la mía, apreté manos, di besos en la mejilla y quise que la tierra me tragaba mientras lo hacía.

Pese a todo el roche inicial de ser la nueva en la familia, ellos me recibieron muy bien y eso a mi me hizo sentir en el cielo. Desde entonces me convertí en esa valla alta que todas las enamoradas de M tienen que pasar. La nueva novia no es tan fea como su antecesora, su único defecto de esa noche fue estar amarrada y cuasi pegada como chicle a M en pleno velorio, olvidándose de que se tienen que guardar ciertas formas de acuerdo al lugar.

La familia se acordaba de mi, el viudo me dio la mano y me agradeció por acompañar a su familia en estos momentos de dolor. Me sentí bien recibida como siempre, aunque ahora era más un fantasma oscuro que rondaba alrededor de R, que tenía un pasado innegable y una ruptura de precedente.

M creyó que lo engañé con uno de mis mejores amigos (cosa que no hice porque tengo estómago!!! Mi pata si es buenísima gente pero siendo sinceros agraciado no es!), me terminó y estuvo con una chica dos semanas después de acabar su relación conmigo. El día de la fiesta de su hermano me vengué y traje al psicópata con el que salía en esa época a su casa para lastimarlo. Nuestra historia fue de mal en peor, después de que me besara en mi cumpleaños y pensé que volveríamos, M se olvidó de una cita que teníamos y se fue al teatro con un grupo de amigos, le mandé una cachetada con nombre propio: me convertí en la enamorada de uno de sus amigos.

Todos estos hechos conscientes o inconscientes analicé en esas dos horas y media que estuve en ese lugar. Apoyando a R y diciéndole que aunque pasen miles de años siempre estaré a su lado porque lo mejor que la relación con M me dejó, fue él y la amistad con su familia.


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2 responses

16 12 2008
Monica

Hola… pues que bueno que estuviste apoyando a tu amigo… digo lo que importaba en ese momento no era tanto el pasado… que aun que obviamente tenia que salir… lo importante es que estuviste ahi para R… para demostrarle que a pesar de todo tu eres su amiga y solamente eso es lo que cuenta!!! en momentos tan tristes como una perdida familiar (que gracias a Dios yo no he tenido recientemente) lo mas sensato es apoyar a los amigos!!!

Gracias por compartir… vivimos atravez de tus relatos…

17 12 2008
froncal

Mónica,

Gracias por estar por aquí!! Es muy triste lo que le pasó a la abuelita de R, de verdad, lo quiero un montón es uno de mis mejores amigos. Cuidate muchísimo, un abrazote enorme

Fio

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